¿QUIERES SABER LA HISTORIA QUE ESCONDE ESTE PRODUCTO?
Cuentan algunas historias de marineros que el pulpo seco empezó a secarse en los barcos y que se consumía como sustituto del tabaco para los marineros que pasaban tantas horas en el mar.
La imagen de pulpos secándose al sol, como si fuera ropa, es una de las imágenes más típicas de Dénia y que, antaño se veía de forma habitual. Hoy en día se puede ver solo en determinados restaurantes de la costa dianense. El secar el pulpo con el sol y la brisa marina es todo un arte que requiere esmero y unas condiciones específicas que se dan en ciertos meses del año, siempre controlando que la humedad ambiental no sea excesiva.
PST PST... UN SECRETO: Lo más importante de este plato es lavar bien el pulpo antes de dejarlo secar ya que hay que eliminar todos los restos de arena/ tierra que pueda tener el pulpo. Se tiende al sol y se recoge al atardecer para que no coja humedad. Una vez seco las patas se tuestan en el fuego (se cocina directamente a la llama) o en una plancha de hierro hasta que estén bien doradas. Se corta en rodajas finitas y se adereza con un buen aceite de oliva. Este plato se recomienda comerlo en caliente ya que es mucho más sabroso.