Jesús Pobre - Olivo milenario
Si algo llama la atención en esta ruta es la arquitectura rural, exponente de la huella humana en la creación de este entorno agrícola. Hasta épocas bastante recientes se han conservado costumbres y modos de vida ligados a una agricultura de subsistencia.
El Montgó se nos muestra con un rostro diferente, ofreciendo una estampa especialmente bella cuando se produce la floración de los cercanos campos de almendros a los que sirve de telón de fondo natural. Es un estallido de colores en contraste que magnifica el encanto del recorrido por el que transcurre la ruta.
La zona agrícola protegida alrededor del macizo forma un conjunto desconocido de gran belleza a apenas unos minutos del litoral fuertemente urbanizado.
ATRACTIVOS:
Riurau del Senyoret, iglesia y convento de Jesús Pobre, viviendas rurales de Cases Noves, cipreses del cementerio (ver comentario Ruta 6) y el olivo milenario.
INICIO:
Riurau del Senyoret
- LONGITUD: 6 km. Ruta circular.
- DESNIVEL: 45 m.
- DURACIÓN: Pie: 1h40’. Bicicleta: 35’
- DIFICULTAD: Baja
RIURAU DEL SENYORET
Sencilla y sorprendente edificación de planta baja, diáfana, rectangular, estrecha y alargada, con tejado a dos aguas. Sus dos fachadas tienen arcos y pilares enfrentados. Tras años de deterioro, en el año 2.010 se procedió a su restauración, devolviéndole todo su esplendor.
Los riu rau estaban dedicados a tareas agrícolas, principalmente a la elaboración y secado de la pasa a partir de la uva que, dispuesta sobre cañizos, quedaba protegida del rocío de la noche. La edificación data de mitades del siglo XIX, siendo uno de los riu rau más grandes de La Marina Alta. Actualmente es un espacio público donde se celebran actividades culturales. En su entorno hay bancos, árboles y una fuente, lo que invita a un descanso en la ruta. A pocos metros encontramos la plaza del Convent, otro agradable rincón con encanto formado por el conjunto de la Iglesia y Convent de Jesús Pobre.
OLIVERA MILENARIA, ESCULTURA VIVA
La Olivera Milenaria (Olea europaea), se halla apenas cruzamos el término de Xàbia, a los pies del Montgó impactando con sus espectaculares dimensiones. Su silueta ha ido creciendo de manera imperceptible y continuada desde hace más de 800 años. Desde la época musulmana ha sido testigo reposado de la presencia del hombre y los avatares de la historia que ha visto transcurrir en su cercanía.
Escultura viva que reina en un paisaje agrícola desconocido, bien merece la pena cobijarse bajo su sombra en un agradable descanso, permaneciendo unos minutos en silencio, inspiración y calma. Despedirnos de tan grandioso ser vivo con un reposado abrazo en el tronco, puede hacernos percibir su callado latido, en conexión con el nuestro. Un majestuoso algarrobo acompaña a la Olivera Milenaria.
Su perímetro, medido a 1.30 m del suelo, tiene 9.30m. Se eleva hasta 7 m de altura.
