La Vía Verde de Dénia (Vía Verde Dénia-El Verger) es una de las rutas más agradables y accesibles del municipio. Recorre el antiguo trazado del ferrocarril que conectaba Dénia con Carcaixent (Valencia) y hoy se ha convertido en un camino ideal para pasear, montar en bici o simplemente desconectar en un entorno tranquilo y natural.
Con unos 5,9 km de longitud entre Dénia y El Verger, la vía atraviesa campos de naranjos, almendros y cultivos tradicionales. El paisaje es llano, abierto y muy tranquilo, con vistas al Montgó y al entorno agrícola. Es perfecta para hacer deporte suave, pasear con niños o mascotas (siempre atadas) o simplemente disfrutar del aire libre sin prisas.
Si se desea una ruta más larga existe la opción de continuar y conectar con la vía verde de la Safor, a través de la Marjal Pego-Oliva, el manantial de la Font Salada y el municipio de Oliva hasta llegar a Gandía. Con una longitud de aproximadamente 40 kms desde Dénia, el recorrido también puedes realizarse por etapas más cortas.
Asimismo la vía verde ofrece variantes: Desde el cruce de la vía verde con el Camí del Palmar hay opciones de desvío ya sea hacia la Olivera del Diluvi y a la Torre Carrals o hacia la Torre de L’Almadrava y la desembocadura del Rio Alberca.
Las Vías Verdes son una forma sencilla y agradable de salir a caminar, respirar aire puro y disfrutar del paisaje que rodea Dénia. No hace falta irse lejos para encontrar naturaleza: a veces, basta con seguir el antiguo camino del tren y dejarse llevar.
A mediados del siglo XIX, el ingeniero Vicente Alcalá de Olmo promueve la creación de una vía que revolucionaría el transporte en la comarca: el primer “tram-way” de vía estrecha de España, inaugurado en febrero de 1864 entre Carcaixent (Carcagente) y Gandía, impulsado por mulas y caballos sobre 35 km con un ancho de vía de 1.380 mm. Fue una solución pionera pensada para el lento pero efectivo transporte agrícola en una época de intenso comercio citrícola.
En 1882, tras dificultades económicas, el Gobierno autorizó su transformación en ferrocarril económico. El Marqués de Campo lo incorporó a la red ferroviaria industrial y, en abril de 1884, la línea se extendió hasta Dénia, ya como ferrocarril de vía métrica (1 000 mm) con locomotoras de vapor.
Esta línea se tornó vital para el transporte de mercancías —desde cítricos a arroz— hacia los puertos y más allá, así como para el desplazamiento de viajeros y el emergente turismo costero.
Tras pasar por distintas manos —AVT, Compañía del Norte y finalmente FEVE tras la nacionalización en 1942— el desarrollo del transporte por carretera aceleró su decaimiento. En julio de 1969 se cerró el tramo Carcaixent–Gandía y en febrero de 1974 el último tramo hasta Dénia, pese a promesas no cumplidas.
Hoy, la antigua traza del tren se ha convertido en la Vía Verde “Antic Trenet”, un sendero que permite recorrer en bici o a pie parte del trazado histórico, uniendo pueblos, naturaleza y memoria. La estación de Dénia ha renacido como Museo del Juguete, rodeada por numerosos proyectos patrimoniales que mantienen viva la historia del Trenet.