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Las cocas tradicionales son uno de los pilares de la gastronomía popular de Dénia, un plato sencillo pero cargado de historia que refleja el ingenio y la creatividad de la cocina mediterránea. Heredadas de la tradición agrícola y marinera, estas elaboraciones han acompañado durante siglos la vida cotidiana de la ciudad, siendo habituales en fiestas, celebraciones y reuniones familiares.
Existen múltiples variedades de cocas en Dénia, desde las saladas, cubiertas con productos de la huerta como tomate, cebolla, pimiento o acelgas, hasta las más marineras, que incorporan boquerones, sardinas u otros pescados de temporada. Tanto en cocas de trigo, cuya base es más parecida a la pizza, como en cocas de maíz, cuya base es similar a la de los crepes. También encontramos cocas dulces, elaborados con almendra, calabaza o frutas, que ponen en valor los productos locales y ofrecen un contraste perfecto de sabores. Destacan las cocas que son similares a bizcochos como la coca maría, la coca de almendra, la coca de calabaza y chocolate, etc.
Más allá de su diversidad, las cocas se han convertido en un verdadero símbolo de identidad. Son recetas que se transmiten de generación en generación, manteniendo viva la tradición y al mismo tiempo inspirando nuevas versiones que combinan creatividad con respeto a la esencia original. Cada coca es, en sí misma, una muestra del vínculo entre la tierra, el mar y la cultura local.
Hoy en día, las cocas tradicionales se pueden encontrar tanto en hornos y panaderías locales como en gran diversidad de restaurantes de cocina autóctona. Esto permite al visitante disfrutar de un producto que va más allá de lo gastronómico: cada coca es una ventana a la historia y a las costumbres de Dénia, un bocado que conecta al viajero con la vida cotidiana y el patrimonio culinario de la ciudad.
