Entre Dénia y Xàbia se extienden uno de los tesoros naturales más valiosos del litoral alicantino: La Reserva Natural y Marina del Cabo San Antonio.
Realmente en este espacio se ubican dos Reservas Marinas: La Reserva Natural de los Fondos Marinos del Cabo San Antonio, extensa, con 900 hectáreas, ocupando toda la zona de Las Rotas, desde la escollera sur del puerto, pasando por la playa de la Marineta Cassiana, las calas de les Rotes, los acantilados del Cabo San Antonio, el mismo cabo y adentrándose en termino de Xàbia. Dentro de este espacio se ubica la Reserva Marina de Interés Pesquero del Cabo de San Antonio, de 252 hectáreas, que posee una mayor protección, siendo una zona crucial para la conservación de las especies marinas que habitan en las calas rocosas de Dénia. Al contrario de lo que su nombre puede sugerir, justamente en esta área no se permite la pesca deportiva así como otras limitaciones para preservar el espacio. Dicha Reserva Marina de Interés Pesquero engloba todas las calas rocosas de les Rotes, acantilados y llega hasta la punta más al este del Cabo.
Este espacio protegido combina la majestuosidad de los acantilados verticales con la riqueza extraordinaria de los fondos marinos, creando un paisaje donde el Mediterráneo se muestra en su versión más pura y salvaje.
La zona terrestre está formada por grandes paredes calcáreas que caen en picado sobre el mar desde más de 150 metros de altura. Desde sus miradores se obtienen vistas espectaculares de la costa y el Golfo de Valencia, y en días claros incluso pueden divisarse las Islas Baleares. Pero es bajo el agua donde las reservas marinas guardan sus secretos más valiosos: posidonias oceánicas, peces multicolores, corales, moluscos, praderas submarinas y cuevas sumergidas forman un ecosistema de altísima biodiversidad, fundamental para el equilibrio del Mediterráneo.
Las Reservas Marinas del Cabo de San Antonio fueron creadas con el objetivo de conservar este entorno excepcional y regular su uso. Por ello, la navegación, el fondeo, la pesca y las actividades acuáticas están reguladas estrictamente, permitiendo solo aquellas que sean respetuosas con el medio y realizadas en las zonas autorizadas. El kayak, el paddle surf o el buceo recreativo — este último siempre con permiso previo (en los centros de buceo homologados por Consellería lo gestionan directamente) — son formas sostenibles de disfrutar de este enclave sin alterar su equilibrio.
El entorno también ofrece múltiples posibilidades en tierra firme: senderos interpretativos, rutas cicloturistas, áreas de observación de aves y visitas al Faro del Cabo de San Antonio, todo ello enmarcado por un paisaje que invita a la contemplación, la calma y la desconexión.
Las Reservas Natural de los Fondos Marinos y Marina de Interés Pesquero están declaradas zona ZEPA (Zona de Especial protección de Aves).
Visitar las Reservas del Cabo de San Antonio es comprometerse con la naturaleza. Es un lugar para dejarse impresionar, pero también para tomar conciencia. Aquí, cada paso y cada brazada cuentan. Por eso, es esencial respetar las normas de uso, evitar generar residuos y no alterar la vida marina ni terrestre.