La coca de pèsols (en castellano, coca de guisantes) es una de las joyas de la cocina tradicional de Dénia, especialmente apreciada en primavera, cuando los guisantes frescos alcanzan su punto óptimo de dulzura. Este plato sencillo, pero lleno de sabor, representa a la perfección la unión entre la huerta y el recetario popular de la Marina Alta.
La base se elabora con una masa fina de harina, aceite de oliva virgen extra, agua, sal y, en ocasiones, una pizca de levadura. Una vez estirada, se cubre con un sofrito elaborado con cebolla tierna, tomate rallado y, por supuesto, guisantes frescos. Algunas versiones incluyen también pimiento rojo, ajo o incluso trocitos de embutido, como longaniza o sobrasada, que aportan matices más intensos al conjunto.
La coca se hornea hasta que la masa queda dorada y crujiente, mientras el relleno conserva la textura suave y el dulzor natural de los guisantes. El resultado es un bocado equilibrado, ligero y aromático, perfecto tanto para disfrutar caliente como a temperatura ambiente.
En Dénia, la coca de pèsols es sinónimo de cocina casera y estacional. Se prepara en celebraciones familiares, fiestas locales o como merienda tradicional, y forma parte de ese recetario que pasa de generación en generación, manteniendo viva la esencia de la gastronomía de la tierra. Probarla es saborear el campo dianense en su estado más puro: fresco, verde y lleno de vida.
