La Ermita de Santa Lucía, ubicada en el Camí de Santa Llúcia (aproximadamente 2,3 km desde el centro), es un ejemplo típico del tipo de templo conocido como “ermita de conquista”, construida entre los siglos XIV y XV y reformada en los años 1708 y 1812. De planta rectangular y una sola nave, su interior se divide en dos tramos mediante un arco apuntado hecho con sillares de piedra tosca, un elemento estructural reforzado por contrafuertes exteriores.
Su fachada principal presenta un portal de acceso con arco de medio punto y cuenta con una espadaña posterior añadida con el tiempo. En su interior se conserva un antiguo cáliz del siglo XVII con una representación de Santa Lucía en su base. Durante todo el año permanece cerrada, excepto el 13 de diciembre, día en que se celebra su festividad con romería y porrat (mercadillo con dulces tradicionales), y cada domingo se oficia liturgia ortodoxa a las 10:00 h.
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Espacio exterior abierto al público.
Precio:
Gratuito