El arroz es uno de los grandes protagonistas de la cocina dianense y un ingrediente esencial para comprender la identidad gastronómica de la ciudad. Su versatilidad y capacidad de absorber los sabores del mar y de la tierra lo han convertido en la base de numerosos platos tradicionales que forman parte de la vida cotidiana y de las celebraciones en Dénia. Desde la clásica paella hasta recetas más marineras y de la huerta, el arroz refleja la riqueza y la diversidad de un territorio único.
La “marjal” más cercana a Dénia es la “marjal Pego-Oliva”, dentro de la cual hay pequeña extensión que pertenece al término de Dénia, donde se cultivan los arroces de variedad bomba y bombón, ambos de alta calidad. La variedad bomba posee denominación de origen. La variedad bombón, se recuperó su producción en el año 2015, gracias a que se habían conservado algunas semillas.
En Dénia, cada arroz cuenta una historia. Los arroces caldosos de pescado y marisco, cargados de intensidad y elaborados con productos frescos de la lonja, evocan la tradición marinera y el vínculo de la ciudad con el Mediterráneo. Los arroces melosos, en un punto intermedio entre los caldosos y secos, ofrecen una versión cremosa y llena de sabor para el paladar. Los arroces secos, preparados habitualmente en paella, ponen en valor tanto el marisco como las verduras y carnes locales.
Y no podemos olvidar el arroz a banda, plato autóctono de Dénia, elaborado con diversidad de pescados, entre los que se incluye el pescado de roca o “morralla”.
Entre otros arroces a degustar en Dénia se hallan: Arroz del senyoret (señorito), arroz con boquerones y espinacas, arroz negro (debido a su color por la tintadel calamar), arroz al horno, la tradicional paella y muchas variedades más que elaboran los cocineros de Dénia combinando sabores de mar y huerta.
Los productos de proximidad juegan un papel esencial en estas elaboraciones. La gamba roja de Dénia, el pulpo seco, los pescados recién llegados a la lonja, así como las hortalizas y legumbres de la huerta, se combinan con el arroz para crear platos de una riqueza extraordinaria. Cada preparación es una invitación a descubrir la esencia de la comarca a través de los sentidos, con recetas que han sabido evolucionar sin perder sus raíces.
El recipiente que se utiliza varía según el tipo de arroz a elaborar: los arroces secos suelen elaborarse con la tradicional “paella” (nombre que no solo se utiliza para el plato sino también para el recipiente) y el grosor de la capa de arroz ha de ser fina para concentrar el sabor al máximo. El arroz al horno se cocina en cazuela de barro. Los arroces melosos se preparan en paella con fondo ancho para que mantenga su untuosidad característica y los arroces caldosos se elaboran en ollas o calderos de hierro fundido que mantienen el calor y no permiten la excesiva evaporación del caldo.
Más allá de su valor culinario, el arroz en Dénia simboliza también la convivencia y la hospitalidad. Reunirse alrededor de una paella o de un caldero de arroz es un acto social, una forma de compartir momentos en familia y entre amigos que se transmite de generación en generación. Este aspecto cultural convierte al arroz en algo más que un alimento: es un nexo entre personas, tradición y territorio.
Arroces secos
Los arroces secos son uno de los platos más representativos de la gastronomía de Dénia y un auténtico reflejo del carácter mediterráneo. Cocinados en paella y a fuego lento, se distinguen por su textura suelta y por la intensidad de los sabores que se concentran en cada grano. Esta forma de cocinar el arroz, transmitida de generación en generación, ha dado lugar a recetas que combinan la tradición marinera con los productos de la huerta y la montaña.
En Dénia, los arroces secos se enriquecen con ingredientes de proximidad: pescados y mariscos recién llegados a la lonja, verduras de temporada o carnes que aportan fuerza y autenticidad al plato. Cada elaboración es una experiencia gastronómica que pone en valor los recursos locales y la creatividad de una cocina que ha sabido evolucionar sin perder su esencia.
Probar un arroz seco en Dénia es descubrir la identidad de la ciudad a través del sabor: una combinación de tradición, producto de calidad y cultura compartida alrededor de la mesa, que convierte este plato en uno de los emblemas de la cocina dianense.
Arroces melosos
Los arroces melosos son una de las grandes especialidades de la gastronomía dianense. Con una textura intermedia entre el arroz seco y el caldoso, destacan por su cremosidad y por la intensidad de los sabores que se concentran en el caldo. Esta forma de cocinar el arroz permite integrar a la perfección los productos frescos del mar y de la huerta, creando recetas llenas de matices y tradición mediterránea.
En Dénia, los arroces melosos suelen elaborarse con mariscos como la gamba roja, sepia o calamares, así como con pescados recién llegados a la lonja. También se preparan versiones con carne, verduras de temporada o incluso con combinaciones que unen mar y montaña. El resultado son platos reconfortantes, ideales para compartir y que reflejan el saber hacer de generaciones de cocineros.
Degustar un arroz meloso en Dénia es vivir una experiencia gastronómica única: un plato que une tradición, producto de calidad y hospitalidad, y que convierte cada cucharada en un viaje al corazón del Mediterráneo.
Arroces caldosos
Los arroces caldosos son una de las señas de identidad de la cocina de Dénia, especialmente ligados a su tradición marinera. Preparados con un fondo rico en sabor y abundante caldo, se convierten en platos reconfortantes, ideales para saborear con cuchara y disfrutar lentamente. Su textura suave y su aroma intenso los hacen perfectos para apreciar la unión entre el mar y la tierra.
En Dénia, estos arroces suelen elaborarse con pescados frescos de la lonja, mariscos como la gamba roja o el pulpo, y verduras de temporada que aportan color y frescura al conjunto. También existen versiones de montaña o mixtas, siempre con el toque característico de la cocina mediterránea. Cada elaboración es un reflejo de la riqueza de la despensa local y del saber hacer transmitido de generación en generación.
Probar un arroz caldoso en Dénia es vivir una experiencia auténtica: un plato que combina tradición, calidad del producto y hospitalidad, y que invita a compartir la esencia de la gastronomía dianense alrededor de la mesa.
Arroz a banda
El arroz a banda es uno de los platos más emblemáticos de la tradición marinera de Dénia. Su origen se remonta a las barcas de los pescadores, que aprovechaban el pescado de menor valor comercial para preparar un caldo rico e intenso, en el que después se cocinaba el arroz. El resultado es un plato humilde en sus orígenes, pero lleno de sabor, que hoy se ha convertido en un símbolo de la gastronomía local.
La clave de este arroz está en su elaboración: primero se prepara un fumet con pescados de roca y marisco, que aporta todo el carácter al grano, cocinado después de manera sencilla y sin ingredientes adicionales que distraigan su sabor. Tradicionalmente, el arroz se acompaña de allioli, creando una combinación irresistible que refleja la esencia mediterránea.
Degustar un arroz a banda en Dénia es conectar con la historia de la ciudad y con la autenticidad de su cocina marinera. Un plato que mantiene vivo el espíritu de la tradición, a la vez que conquista a locales y visitantes con su sencillez y su intensidad inconfundible.
Hoy en día, el arroz a banda es uno de los platos más buscados por quienes visitan Dénia. Presente en restaurantes y arrocerías de la ciudad, sigue transmitiendo la esencia marinera y el valor de los productos locales. Cada ración es un homenaje a la tradición pesquera y a la cocina mediterránea, que en este arroz encuentra una de sus expresiones más auténticas y apreciadas.
